miércoles, 23 de noviembre de 2016

La batalla de Issos (I)

Batalla de Issos (333 a. C.)

Fuerzas enfrentadas:

                Macedonios: Persas:
                       13 000 peltastas                                         10 000 inmortales
22 000 falangistas 69 000 infantes ligeros
5 850 jinetes                                             10 000 hoplitas griegos
11 000 jinetes


Bajas: 7 000                                              Bajas: 20 000


Tras la derrota de los sátrapas en la batalla del Gránico, la resistencia persa organizada desapareció en Asia Menor, exceptuando algunos focos aislados como Mileto o Halicarnaso. De este modo, después de pasar un año asegurando la conquista de la península de Anatolia, Alejandro comienza su ofensiva hacia Siria, con el propósito de neutralizar la peligrosa flota persa capturando sus puertos.

Cuando Alejandro se encontraba en Tarso (Cilicia), le llegaron noticias de que Darío preparaba un gran ejército en Babilonia. Si Darío conseguía alcanzar el Golfo de Issos, podía utilizar el apoyo de la flota persa al mando de Farnabazo III, que aún operaba en el Mediterráneo, facilitando su suministro y probablemente desembarcando tropas en su retaguardia. De este modo, el macedonio dejó su ejército principal en Tarso, pero encargó a Parmenion tomar la costa alrededor de Issos.

En noviembre, Alejandro recibió informes de que el gran ejército había entrado en Siria. Decidió reagrupar su disperso ejército y avanzar hacia el sur desde Issos a través del paso de Jonás, conocido como las Puertas de Cilicia.

Darío, conocedor de que las tropas de Parmenión defendían el paso, eligió una ruta más septentrional. Los persas capturaron Issos sin oposición y asesinaron a todos los heridos que había dejado atrás Alejandro. Además, el rey persa tenía a su ejército tras los macedonios, cortando sus líneas de suministro. Avanzó entonces hacia el sur, llegando hasta el río Pinaro antes de que sus espías le informaran de que habían localizado a Alejandro marchando hacia el norte. Formó pues a sus tropas en línea de batalla en la estrecha llanura junto a la costa en espera de los macedonios.





Pese a que Darío eligió el lugar de la batalla, en un estrecho llano entre las montañas y el mar, está ubicación le impidió sacar ventaja de sus grandes masas de infantería. Las tropas de Alejandro se desplegaron con la caballería a los flancos. Los macedonios bajo su mando, en el ala derecha; los tesalios y aliados griegos en el ala izquierda, bajo el mando de Parmenion. La línea de la infantería estaba formada (de derecha a izquierda) por los hipaspistas de Nicanor y las unidades de falange de Ceno, Pérdicas, Meleagro, Ptolomeo, Amintas y Crátero. La infantería ligera, compuesta por arqueros creyentes, agrianes, etc., se desplegó en las montañas del flanco derecho para prevenir un posible ataque persa, al haber dispuesto Darío tropas ligeras amenazando los flancos macedonios.


El Gran Rey desplegó sus tropas de la siguiente manera: formó a sus hoplitas en el centro de la línea de batalla con los kardakes, a ambos lados de la falange, colocó la mayoría de su caballería al lado derecho, junto al mar, y en su flanco izquierdo, en las laderas de las montañas, a sus tropas ligeras y unas compañías de caballería meda e hircania. Darío se situó en el centro de su ejército, así que, por último, desplegó todos los sirvientes del ejército Persa detrás de sus líneas de batalla, formando un conglomerado  heterogéneo y poco versátil, que, más adelante, resultaría fatal para los persas. La idea de Dario era concentrar a su caballería sobre un flanco para destruir a la caballería en enemiga y atacar luego a la falange por la retaguardia. Sus tropas ligeras, apoyadas por la caballería media, deberían aguantar la carga de la caballería macedonia, a la espera de que la batalla se decidiera en el otro flanco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario