miércoles, 23 de noviembre de 2016

La batalla de Gaugamela (I)

Batalla de Gaugamela (331 a. C.)

Fuerzas enfrentadas:

Macedonios:                                                                        Persas:
      31 000 falangistas                                                                   200 000 infantes
      9 000 peltastas 40 000 jinetes
      7 000 jinetes                                                                           200 carros
      10 000 inmortales
       15 elefantes indios

    Bajas: 500 muertos y 3 000 heridos                                        Bajas: 50 000 muertos


En la primavera de 331 a. C., Alejandro dejó Egipto regresando a Tiro donde estaba su flota. De allí se dirigió a Antioquía, cruzando el valle del río Orontes, y llegó al Río Éufrates a la altura de Tapsaco, donde fundó la ciudad de Niceforio para que fuera una plaza fuerte y depósito de los suministros del ejército. Aquí supo que Darío se encontraba en Arbelas, por lo que cruzó el Tigris y se dirigió hacia el norte bordeando la ribera oriental del río.

Darío había reclutado un nuevo ejército tras su derrota en Issos. Desde Babilonia avanzó hacia el norte, pasó a la orilla izquierda del Tigris y continuó hacia Arbelas, donde estableció su aprovisionamiento y su harén. Luego dirigió el ejército a Gaugamela, lugar que tenía una amplia llanura que favorecería el movimiento de sus numerosas tropas montadas. Incluso procedió a nivelar el terreno y eliminar los obstáculos, convirtiendo Gaugamela en un inmenso campo de maniobras apto para que se desplazaran sus carros provistos con guadañas en las ruedas.

En la noche del 30 de septiembre, los ejércitos se encontraban apostados en el campo de batalla, preparados para la confrontación. Alejandro se dedicó a efectuar un reconocimiento del terreno y a planificar la batalla y, sabiendo que Darío era el que tenía que defender la posición, ordenó a sus tropas descansar, mientras que Darío, nervioso por temor a un ataque nocturno, ordenó la posición de guardia para sus soldados.

Al día siguiente, los persas formaron una larga línea. Su ala izquierda, al mando de Bessos, estaba formada por las tropas bactrianas, daeas, persas, escitas y cadusianas. Tenían 150 carros con guadañas.
 

En el ala derecha, al mando de Maceo, se hallaban las tropas sirias, mesopotamias, medas, partas, sucianas, tibarianas, hircanias, albanias y sacesanias.

En el centro estaba el rey Darío con las tropas persas propiamente dichas, que se distinguían del resto por llevar lanzas con manzanas doradas en la empuñadura, los indios y los carios. Detrás de ellos, en formación cerrada, se encontraban los uxianos, babilonios, las tribus del mar Rojo y los sitacenios. Delante del escuadrón real había 15 elefantes indios y otros 50 carros con guadañas.

 Carros persas cargan contra la falange macedonia en la batalla de Gaugamela



El ejército macedonio sumaba 7.000 jinetes y 40.000 infantes. La caballería pesada de élite, los Hetairoi o Compañeros, fue el factor decisivo en la batalla. El resto de la caballería se dividía en jinetes tesalios (pesados), caballería tracia (ligera) y algunos jinetes griegos.


El ejército se dividió en dos partes: El ala derecha estaba bajo el mando directo de Alejandro e integrada por la caballería de los “compañeros” y la caballería ligera de los macedonios. La caballería mercenaria fue dividida en dos grupos: los veteranos en el flanco derecho y el resto se colocó al frente de los arqueros agrianos y macedonios, que se ubicaban al lado de la falange que iba al centro, reforzada con otra formación a retaguardia para que, en el caso de que fueran rodeados, pudieran dar media vuelta y enfrentarse al enemigo desde la dirección contraria.

El flanco izquierdo estaba al mando de Parmenio, con los jinetes de Farsalia, los mercenarios griegos y las unidades de caballería tracia.

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